“Operativo Cutral-Có”


OPERATIVO PRT-ERP. EN NEUQUÉN.

El 24 de marzo de 1976, un nuevo Golpe de Estado derrocaba al gobierno constitucional encabezado por María Estela Martínez de Perón e instalaba en el poder una Junta militar, inaugurando así el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional que se distinguió entre otras cosas, por la brutalidad de la represión política. Pilar Calveiro en su extraordinario libro; Poder y Desaparición. Los campos de concentración en Argentina (2007) nos describe y explica la manera en que se planificó, organizó y ejecutó, por ejemplo, el dispositivo de los campos de detención y exterminio que funcionaron en todo el país, por los cuales pasaron miles y miles de personas. Vale la pena recordar que cuando se hace referencia a los objetivos, los militares pretendían terminar con el desorden, la corrupción y la anarquía, de una Nación (la Argentina) que con los gobiernos democráticos vivía en permanente caos; era necesario y urgente (según los militares golpistas) restablecer la “vigencia de los valores de la moral cristiana, la dignidad del ser argentino y la tradición nacional”; desatando la persecución criminal contra las organizaciones gremiales, sociales y políticas, porque había que “exterminar” la subversión. Es decir; "una jauría sigilosa, arrasando un pueblo atónito, afónico, como fulminado…un Golpe incruento. Envuelta en brumas y niebla la otra Argentina, de los prisioneros clandestinos, de los condenados sin juicio, de los muertos sin sepultura” (Labrune, 2005).


En Neuquén, a mediados de junio del año 1976, el dispositivo represivo se puso en funcionamiento en Cutral-Có y Plaza Huincul en búsqueda de ese “enemigo interno” que se encontraba sembrando el “germen comunista” en la comarca petrolera. Integrantes de la policía provincial y federal, sumado a contingentes del ejército y grupos de tareas detuvieron, secuestraron y desaparecieron a estudiantes secundarios-universitaria/es y trabajadora/es en la denominada subzona 52. Octavio Méndez relató durante el Juicio ante el TOF de Neuquén su secuestro en la escuela nocturna Margarita Salina de Páez cuando tenía 15 años y cursaba el primer año del secundario. Contó su propia detención por parte de fuerzas policiales y del ejército, amplió los datos existentes sobre el operativo realizado en junio de 1976 en esa ciudad y detallando la detención y desaparición de su hermano José Delineo Méndez. Dora Seguel tenía 16 años cuando fue sacada a la fuerza del colegio comercial nocturno Margarita Salinas de Páez de Cutral Co. “Cuando el policía me hace subir, ya me manoseó, y mi padre no pudo hacer nada”, declaró Dora y agregó que cuando llegaron a la comisaría de Cutral Co, ubicada sobre la avenida Carlos H. Rodríguez, “me hicieron pasar con la cabeza gacha, estaba todo lleno de soldados”…Pasado un rato, a las patadas la llevaron a otra oficina donde le vendaron los ojos y la interrogaron en medio de trompadas. “Entre golpe y golpe me tiraban al suelo, me preguntaban por Arlene (su hermana), sus amistades e ideología política. Un militar dijo ‘llevate a esta tarada’ y con las manos atadas y los ojos vendados, el que me sube al celular donde no se escuchaba nada, me violó. Luego me dijo ‘de esto no se habla’, y me dejó ahí en uno de los calabozos”, relató Dora. (ambos testimonios extraídos del libro Crímenes de la dictadura en Neuquén y Río Negro)

De hecho, en marzo del 76, en horas previas al Golpe y durante los días sucesivos, Neuquén y las ciudades más importantes de la región, habían soportado razzias y acciones que buscaban imponer el terror…”militantes populares, funcionarios…tuvieron sus casas allanadas…muchos fueron arreados hasta las comisarias, para esperar la(s) orden(enes) de detención a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y el traslado a unidades penitenciarias” (Labrune, Op. cit.), y en centros clandestinos de detención como fueron La Escuelita de Nqn y la de Bahía Blanca. En efecto lxs  detenidxs-desaparecidxs fueron arrancados a los golpes de sus casas o retirados de los colegios a lxs que asistian para aplicarles picana eléctrica, someterlos a vejámenes y golpes que los marcaron de por vida. Fueron encapuchados por los autores que vestían de civil, o con uniformes de gendarmería, de militares, o eran integrantes de la policía rionegrina y neuquina como se sabe ya con certeza. Es valioso rescatar el testimonio de Islanda Becerra, quien fue secuestrada en diciembre de 1976 en Neuquén y torturada en el Centro Clandestino “La Escuelita” quien tenía apenas 19 años y había sido mamá cuatro meses antes de su detención. “ Me subieron a una camioneta blanca, eran 4, me hicieron agachar la cabeza, me esposaron, me vendaron, me tiraron sobre el piso y me pisaban la espalda…yo creo que anduvimos treinta minutos… me bajan, me sacan las esposas y me sientan en un catre, luego me acuestan, me esposan a la cama y decían “mirá lo que tenemos acá”, “mirá la pendeja que tenemos”… me colocaron unos cables y fue la primera sesión de tortura, es indescriptible el dolor, me mordía la lengua y sentía el gusto de mi propia sangre... me oriné encima y ellos se enojaron más y empezaron a darme trompadas en las piernas… me decían que si no hablaba me iban a llevar a mi hijo de cuatro meses y que lo iban a torturar delante de mí…“  (declaración en Tribunal Oral Federal (TOF) N° 2. Audiencia pública. Neuquén, año 2008.)

El historiador e investigador Pablo Scatizza en su libro Un Comahue violento da cuenta sobre la magnitud y los alcances del accionar represivo en Junio del 76 en las localidades de Cutral-Có y Plaza Huincul donde secuestraron alrededor de 60 personas, mucho de ellos estudiantes secundarios y trabajadores, en lo que denomina Operativo PRT-ERP que es necesario recordar había comenzado unos días antes (el 9 de Junio) en el Alto Valle de Rio Negro y Neuquén, finalizando seis días después en la comarca petrolera. Este dispositivo represivo será recordado como “Operativo Cutral-Có” que fue sin lugar a dudas, el más violento realizado en la norpatagonia y cuyo objetivo era aniquilar según explica y desarrolla Scatizza en su libro, al PRT-ERP y su militancia quienes según la inteligencia militar se estaban consolidando en la región. La orden era clara y precisa; no debía quedar ninguno.  La mayoría de los detenidos fueron “chupados”, sometidos a la tortura e interrogatorios y trasladados desde Cutral-Có y Plaza Huincul a Neuquén y desde allí mayoritariamente en “vuelos nocturnos” a Bahía Blanca y Rawson (U6). Como describió Noemí Labrune, “al principio no supimos qué estaba pasando en Cutral Có pero después nos comenzó a faltar el aliento porque por donde uno miraba había pasado un drama”; frase que sintetiza y gráfica el accionar por parte de los ejecutores del terrorismo estatal durante la última dictadura también en la zona. Como se ha dicho hasta el hartazgo, el objetivo desde los inicios del Proceso de Reorganización Nacional era aniquilar la “subversión”, proceso que había comenzado a inicios del año 75 a través del Operativo Independencia ocurrido en Tucumán en donde entre otras cuestiones se institucionalizó con un decreto la desaparición de personas como modalidad represiva junto con los centros clandestinos de detención y exterminio, entramado que se puede ver claramente también en la subzona 52, y un terror que se ejerció no solamente en la ciudades importantes de la norpatagonia.


En Argentina el paradigma de los derechos humanos, comienza a tener un papel destacado desde los inicios de la última dictadura, y Neuquén no será la ex
cepción, a partir del surgimiento y la consolidación de organizaciones militantes de distintas procedencias ideológicas, políticas y sociales, que transitaron el difícil y peligroso camino de la denuncia, la búsqueda e investigación de detenciones, desapariciones y crímenes en la subzona 52 en particular. Gracias a estas organizaciones (Madres, APDH y Obispado de Neuquén en torno a la figura del Obispo Jaime De Nevares), sumado a los recientes Juicios que se vienen llevando a cabo en Neuquén durante los últimos años, han tenido un papel fundamental en el esclarecimiento y el dar a conocer sobre violaciones a los derechos humanos, exigiendo a los represores y sus cómplices, que digan dónde están las desaparecidas y desaparecidos del Operativo PRT-ERP realizado en Neuquén capital y Cutral-Có: Arlene Seguel, Miguel Pincheira, José Mendez, Carlos Chaves, Susana Mujica, Alicia Pifarré, Cecilia Vecchi, Mirta Tronelli, Carlos Schedan y Jorge Asenjo continúan aún Desaparecidas y Desaparecidos; ellas y ellos militantes y activistas... Ahora bien, es importante señalar que a partir de 1983 se impone una narrativa, un relato en torno a lo sucedido con lxs militantxs setentitas que invisibilizaba la militancia política de ellas y ellos, víctimas del terror y la represión. No obstante, es necesario señalar que esta situación comenzó a revertirse quizás, a raíz de los juicios por los delitos de lesa humanidad que se vienen realizando también en la región desde hace años, juicios que recuperan memorias y relatos de lxs protagonistas, que rescatan las experiencias vividas, por parte de víctimas y sobrevivientes. Como lo ha señalado Elizabeth Jelin, “siempre habrá otras historias, otras memorias e interpretaciones alternativas. Lo que hay es una lucha política activa acerca del sentido de lo ocurrido, pero también acerca del sentido de la memoria misma. El espacio de la memoria es entonces un espacio de lucha política, y no pocas veces esta lucha es concebida en términos de la lucha contra el olvido: recordar para no repetir”

La sociedad argentina y en la norpatagonia también, tras el Golpe de Estado de 1976 tuvo sus centros de detención clandestinos y de tortura, sus desaparecidas y desaparecidos, razzias y persecución de jóvenes estudiantes, trabajadores y militantes, y cuando en 1983 se recuperó la Democracia tras años de lucha y denuncias, se hizo visible una dimensión inédita e insospechada sobre los alcances de la crueldad e inhumanidad que había alcanzado las acciones de los militares en la represión. La exigencia de que Auschwitz no se repita es la primera de todas (exigencia) en la educación, o para la educación, señalaba Theodor Adorno en relación con los objetivos que debía tener la educación en relación al Holocausto judío.  Ante lo cual, a casi 50 años del último Golpe de Estado en la Argentina, deberíamos seguir insistiendo tal y como la planteaba Theodor Adorno, que una de las exigencias que tenemos como docentes del sistema de educación público, debería ser que el último Golpe no se repita, indagando los ¿porque? del mencionado proceso histórico, lecciones que hay que aprender, y una experiencia que hay que repudiar permanentemente. También, registrar y dimensionar sobre los juicios por delitos de lesa humanidad (que no prescriben) que se vienen desarrollando en Neuquén capital desde 2008, los cuales vienen arrojaron testimonios y certezas a raíz de los relatos y voces que la memoria cívica rescata, como conjunto de imágenes del pasado que un colectivo protagonista conserva y reconoce como hechos significativos de su historia.

El Terrorismo de Estado en la región, en cifras según la subsecretaría de Derechos Humanos de Neuquén

• 390 personas fueron detenidas en Neuquén y Río Negro, de las cuales 54 permanecen desaparecidas. De las personas que vivieron en la región, 31 desaparecieron en otras partes del país, otros 25 fueron asesinados y 8 son sobrevivientes.

• 82% detenidos fueron varones.

• 50% tenían entre 20 y 29 años.

17% entre 30 y 34 años.

• 28% eran obreros, 3% del petróleo.

• Del total 19% eran estudiantes universitarios, 4% docentes y 3% no docentes.

• El 12% eran profesionales, 10% eran docentes primarios o secundarios, 5% funcionarios, 3% estudiantes secundarios.

• 23% tenía militancia en la Juventud Peronista, 19% en el PRT- ERP y 18% en Montoneros.

12% sindicalistas, 8 adherían a otras ramas del peronismo, 8% tenían militancia religiosa y 7% militancia barrial.

• 558 testigos hubo de desaparecidos, familiares amigos, vecinos y de concepto en 7 juicios.

• 36 condenados en 47 condenas por 171 víctimas presentadas como casos judiciales.

Biografía

-CALVEIRO, Pilar (2007). Poder y desaparición. Los campos de concentración en Argentina. Ediciones Colihue.

-Crímenes de la dictadura en Neuquén y Río Negro / Shirley Damaris Herreros Van Norden ... [et.al.] ; ilustrado por Ivalú Obeid ; con prólogo de Noemí Fiorito de Labrune. - 1a ed. - Neuquén: Sindicato de Prensa de Neuquén, 2015

-LABRUNE, Noemí (2005). Buscados. Represores del Alto Valle y Neuquén. EDUCO. Universidad Nacional del Comahue.

-SCATIZZA, Pablo (2016). Un Comahue violento. Dictadura, represión y juicios en la Norpatagonia Argentina. Prometeo.

-texto de Hugo Alvarez.

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