Norita


Norita, con su ejemplo de organización colectiva y perseverancia, acompañó con su lucha y puso el cuerpo en momentos muy difíciles a lo largo de la historia de nuestra región. Desde tiempos de dictadura y luego en el impulso de los juicios contra los responsables de la represión en la zona, tanto como en la resistencia contra las leyes de impunidad. Más recientemente, estuvo presente en el inicio de los juicios y en la lucha por justicia completa para Carlos Fuentealba.


Esto permitió que se consolidara una relación cercana a lo largo de muchos años y encuentros, donde el aprendizaje que dejó con su compromiso es inigualable. Su calificación como Madre de todas las Luchas se reafirma no solo por su enorme compromiso y claridad en sus discursos, sino también por su actitud de escucha y apertura para aprender de las personas y movimientos sociales que enfrentaban y denunciaban injusticias y violencia institucional. Esta actitud de permanente escucha la fortalecía y le daba la claridad necesaria para seguir brindando, con su presencia, la fortaleza indispensable para acompañar cada vez que fuera necesario.

Fue amiga y compañera de referentes emblemáticos de nuestra zona, como Jaime De Nevares, Noemi Fiorito de Labrune y Sandra Rodríguez, además de apoyar las demandas del pueblo Mapuche. En este prolífico compromiso, dejó una clara pedagogía de la militancia por la justicia, la verdad y la defensa de los derechos humanos.

Quienes siempre están luchando no solo son imprescindibles, sino también inmortales. Por eso, desde el Comité Provincial de Prevención de la Tortura de Neuquén, la saludamos como ella solía saludar:

¡Hasta la victoria, siempre!

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