EL CORDOBAZO DE LAS MUJERES-MEMORIAS

 


EL CORDOBAZO DE LAS MUJERES-MEMORIAS

un libro de Bibiana Fulchieri

A MANERA DE EPÍLOGO
Con la convicción de que también es una función del Estado, constituirse en guardián de múltiples memorias de las luchas sociales y políticas, es que presenté a la Agencia Córdoba Cultura un proyecto para la realización del libro: EL CORDOBAZO DE LAS MUJERES-MEMORIAS, dejándolo a consideración del Comité Editor de Las Nuestras.

Tiempo transcurrido me comunican factibilidad de publicación, lo cual aceleró e insufló intensidad a la búsqueda iniciada, centrada en ubicar y recopilar testimonios de mujeres protagonistas, de esa gesta obrera estudiantil exclusivamente-en apariencia- masculina, denominada “Cordobazo”.
Aunque sabemos que decir “Cordobazo” remite a los hechos acaecidos el 29 y 30 de Mayo de 1969 en Córdoba capital, me resultó un desafío atractivo pensarlo como concepto abarcador de época, que concatenó sucesos político-sociales cruciales de nuestra historia, acusando aún hoy gravitancia: desde 1966 con el Golpe de Estado de Juan Carlos Onganía hasta el advenimiento de la Democracia en 1983.
Al tomar cuenta de la proximidad “redonda” de los 50 del Cordobazo, sentí fuerte necesidad de retomar: “Mujeres desde el Cordobazo hasta nuestros días” una edición del Movimiento de Mujeres Córdoba; publicado en el 2006, con el auspicio de la Global Fund For Women.
Con el nombrado libro de guía, revisité la memoria de algunas de esas mujeres y sumé otras que fui encontrando o no estaban-curiosamente- en archivos gráficos y audiovisuales de la época en cuestión. En esa afanosa tarea que llevó trabajo “hormiga” y enorme tiempo, aparecieron situaciones repetidas: fotos recortadas- la más llamativa fue la que ahora figura en la tapa de este libro, casi siempre publicada haciendo solo centralidad en la figura de Agustín Tosco. Cuando figuran mujeres en las crónicas son presentadas como “señoras de”-el caso más emblemático resultó un video de las esposas esperando en el aeropuerto de Córdoba, el regreso de los líderes sindicales del Cordobazo, liberados del penal de Rawson. No hay epígrafes con nombres de pila en las fotos dónde aparecen mujeres y el colmo-tal vez- fue que en el listado de los detenidos tras el Cordobazo había varones con nombres y apellidos y “una femenina”.
“Un primer hito en la trayectoria feminista fue el descubrimiento de la invisibilidad social de las mujeres: en el trabajo doméstico no valorizado, oculto de la mirada pública y en la retaguardia de las luchas históricas “detrás” de los “grandes hombres”… escribe la socióloga argentina Elizabeth Jelin en su reciente libro: “La Lucha por el pasado”, en el cual aborda cómo se construye la memoria social. El desarrollo de su teoría es por demás vasto y apasionante. Queda claro que se hace necesario hacer visible lo invisible. En esto estamos.
En consonancia a las grandes efemérides son muchas ahora las páginas escritas- las más desde el periodismo-para revelarnos a las “doñas” involucradas en sagas históricas: Las Mujeres de 1714,dónde se las identifica a varias con nombre y apellido en los sucesos del Sitio a Barcelona; Las Sin Sombrero, pensadoras y artistas españolas de la llamada “generación del 27” relegadas de los “canones” y “ninguneadas” al regreso de sus exilios; una injusticia más no decirlas a todas pero me quedo con María Zambrano y María Teresa León-refugiada del franquismo en nuestra Villa de Totoral- englobándolas simbólicamente.
Este año ante los 100 de la Revolución Rusa, aparecieron del fondo de la galera-aunque no por magia - las mujeres como protagonistas principales de la Revolución de Febrero-antecesora de la gran de Octubre-quienes salieron en masa a las calles, manifestando desesperadas por carbón y pan, justicia y libertad. Esta coyuntura descorrió también el velo a la figura de la campesina María Bochkareva quien fue comandante del Batallón de Mujeres de la Muerte-de 2000 voluntarias- creado en 1917 para reforzar las alicaídas tropas rusas y hacer frente a los alemanes en la Primera Guerra Mundial.
Ya se preparan también los 50 del Mayo Francés y se volverán presentes las del Movimiento de Liberación de las Mujeres (MLF) al desempolvar conquistas (Ley de Interrupción voluntaria del embarazo y Ley contra la violencia hacia la mujer). Quizás alguien ponga su mirada y nos cuente, sobre aquellas 187 mujeres que acompañaron a Rita O Grady en la famosa huelga de 1968 a la Ford de Dagenham (Inglaterra)en cuya planta de 3000 empleados varones lograron la Ley de pago igualitario. Y así ad infinitum.
Acostumbrada a pensar en imágenes, se me figura la memoria como un río de meandros; que nace en un cauce determinado y aguas abajo disgrega radialmente hacia varias direcciones, para después confluir en el gran mar de los recuerdos. Eso somos porque no somos sino memoria.
Con el estado de fascinación intacto tras ver “Sublevaciones”, la enorme muestra que da cuenta de rebeliones famosas en la historia, curada por el filosofo francés Georges Didi-Huberman y en la cual figura el Cordobazo, reproduzco sus palabras: “Sublevarse es un gesto…derriba el abatimiento que hasta entonces nos hacía padecer la sumisión ( ya fuera por cobardía, cinismo o desesperación). Sublevarse es arrojar lejos el fardo que pesaba sobre nuestros hombros y nos impedía movernos. Es romper un determinado presente-aunque sea a martillazos, como habrán querido hacerlo Friedrich Nietzsche o Antonin Artaud- y levantar los brazos ante el futuro que se abre. Es un signo de esperanza y resistencia”.
Como estas “ellas” del Cordobazo, resistencia y esperanza.
Así todos los días de la vida.

Bibiana Fulchieri (Río Cuarto, 1959).


Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de Río Cuarto, de donde egresó como Técnica Profesional en Comunicación por Imágenes. Continuó su formación en numerosos talleres, clínicas, viajes de estudios y seminarios intensivos con especialistas vinculados con la fotografía documental, antropología y gestión cultural, como el cineasta etnográfico Jorge Prelorán (de la Universidad de California, EEUU)y parte del staff de la Agencia Magnum (Nueva York) con Sebastián Salgado, Abbas, Susan Meiselas, y el editor Mark Russel del New York Times. En los proyectos que vinculan memoria y fotografía resultó fundamental la experiencia adquirida junto a la fotógrafa Paola Agosti, en Roma.

Desde 1980 trabajó como reportera gráfica para los diarios Puntal, Córdoba, Página/12 Córdoba, La Voz del Interior. En 1985 se radica en Córdoba y desde entonces se desempeña como fotógrafa, periodista y docente (UNC), además de corresponsal permanente de las revistas nacionales Humor, El Porteño, El Periodista, La Maga, Crisis, Acción, Editorial Atlántida, etc.

Ha realizado coberturas internacionales para Der Uberblick Hamburgo, Alemania y Canale 5, Italia.

En 1988 obtuvo la Beca del Fondo Nacional de la Artes, en Artes Visuales /Fotografía, para comenzar con el proyecto de relevamiento fotográfico de las fiestas populares de las diferentes áreas aborígenes del país.

Participó en más de 50 exposiciones, individuales y colectivas, en distintas ciudades de la Argentina y representó al país en muestras en el extranjero: Joven Fotografía Argentina (Feria Internacional de Amsterdam), Cerca de corazón salvaje (Munich), Con ojos de mujer (Beijing, China) y fue el envío de la Argentina a la muestra internacional Foto Vernissage en Museo Menage de San Petersburgo, Rusia.

Recibió 20 premios y menciones en concursos provinciales y nacionales.

En forma colectiva publicó los libros: Fotografía cordobesa, Esta tierra es nuestra, Nos-Otros, Desafíos Urbanos, Memorias materiales - (UNC) La memoria herida - Derechos Humanos de Salvador Allende a las Torres Gemelas, publicado por Junta de Extremadura, España. El Córdobazo de las mujeres editado en mayo 2018 y recientemente Cartografía de la lengua en marzo 2019, son sus libros en total autoría. 

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