"Los nuestros" Luis Harss


 "Alejo Carpentier: precursor de nuestra novela actual; el primero de nuestros novelistas en querer asumir la experiencia latinoamericana en su totalidad. Miguel Ángel Asturias: el novelista que ha penetrado más a fondo en lo latente e irracional de nuestra cultura. Jorge Luis Borges: una figura casi legendaria —una ausencia— en nuestra literatura; una aspiración al absoluto que se vislumbra en las formas de la imaginación. João Guimarães Rosa: nadie ha penetrado como él en la psicología del habitante del sertão; es literatura contemporánea con sus laberintos cronológicos y sus arquitecturas verbales. Juan Carlos Onetti : le interesa un único tipo emocional —casi abstracto—: el extranjero, en los diversos sentidos de la palabra. El alienado de su sociedad. Julio Cortázar: brillante, minucioso, provocativo, adelantándose a todos sus contemporáneos latinoamericanos en el riesgo y la innovación; un bromista que convive con un visionario; un pescador en aguas profundas que tiende mil redes, un hombre de infinitos recursos, violento, contradictorio, jubiloso, paradójico. Juan Rulfo: uno de los milagros de nuestra literatura; sus libros están en un paisaje de tragedia clásica, los muertos lo persiguen. Carlos Fuentes: el hombre de letras completo. García Márquez:  gracias a García Márquez, el lugar más interesante de Colombia es un pueblo tropical llamado Macondo, que no aparece en ningún mapa. Vargas Llosa: un inspirado que parecía haber nacido bajo una lengua de fuego. Tenía fuerza, fe y la verdadera furia creadora; un perfeccionista que agoniza con cada hijo que trae al mundo y trata de controlar todos los aspectos de su obra, desde la primera chispa creadora hasta el parto final, y siempre dudoso, que es la publicación". 

Luis Harss - "Los nuestros"   fuente: Vicio propio

«La década del sesenta puede muy bien ser un momento decisivo. Nuestra novela está todavía a prueba. Es demasiado pronto para saber si las pocas figuras realmente notables que asoman en las penumbras son una casualidad o una promesa. Pero si la diferencia entre un accidente y una tradición está en el encadenamiento del esfuerzo común, el futuro se ve propicio. Hoy por primera vez nuestros novelistas pueden aprender los unos de los otros. Cada cual hace su camino propio, pero forma parte de un mismo universo de la imaginación. Hay acumulación y el comienzo de una continuidad. En este sentido podemos hablar del verdadero nacimiento de una novela latinoamericana.» Luis Harss, 1966

Entradas populares