Golpe del 76
«Aniquilar a los delincuentes subversivos donde se encuentren
(...) Cuando las Fuerzas Armadas entran en operaciones no deben
interrumpir el combate ni aceptar rendición. También se podrá operar
en forma semiindependiente y aun independiente, como fuerza
de tareas (...) Como las acciones estarán a cargo de las menores
fracciones, las órdenes deben aclarar, por ejemplo, si se detiene a
todos o a algunos, si en caso de resistencia pasiva se los aniquila o
se los detiene (...) Las operaciones serán ejecutadas por personal
militar, encuadrado o no, en forma abierta o encubierta (...) Elementos
a llevar: capuchones o vendas para el transporte de detenidos a fin
de que los cabecillas detenidos no puedan ser reconocidos y no se
sepa a dónde son conducidos (...) Los tiradores especiales podrán ser
empleados para batir cabecillas de turbas o muchedumbres (...) La
evacuación de los detenidos se producirá con la mayor rapidez, previa
separación por grupos: jefes, hombres, mujeres y niños».
(Directiva secreta firmada por el jefe del Estado Mayor General del Ejército, Gral. Roberto Viola, el 17 de diciembre de 1976, citado en Marcos Novaro y Vicente Palermo, La dictadura militar 1976/1983. Del golpe de Estado a la restauración democrática, Buenos Aires, Paidós, 2003)