Palabras para Carlos Fuentealba.
Palabras para Carlos
I
Si vienen a buscarme las cuencas como pozos
para hablar de lo nuestro donde una y otra vez
no te veré esta tarde nos hundimos sin tregua
no te verán mis ojos esta muerte la misma
un velo neblinoso la de afiladas uñas
negro como la muerte que trabaja incansable
despliega una cortina para infames verdugos
sobre mi frente helada de vestidos pulcrísimos
dirás palabras dulces y garras de rapiña
palabras como enigmas no le beses la frente
mi oído tabicado que no tienes permiso
no escuchará el rumor has entrado en la calle
de tus llaves anzuelos has entrado en la vida
de caricias sonoras te has bebido su sangre
porque el frío de la muerte y a cambio le borraste
se me ha colado un poco la sonrisa
al alma quién sabe si rotunda
y amenaza quedarse quién sabe si cansina
como tormenta impía se han caído sus libros
que castiga y castiga rodando por el suelo
no deja nada firme volaron sus papeles
arrasa con los sueños como pájaros tristes
me cierra la garganta y el llanto fue borrando
y los lloros se secan las palabras sencillas
y los gritos se apagan una lucha de más
y las luces titilan una vida de menos
en destellos muy pálidos y todo continúa
porque están como a punto con un agujero enorme
de extinguir las estrellas abriéndose en su carne
de apagar a la luna dejándonos en ruinas.
y al abrazante sol
que ya no verás nunca
Compañero de antes
Compañero de ahora
la poca lucidez
que el dolor me permite
me sopla como puede
un aliento delgado
que llega al corazón
partido en mil pedazos
para enfrentarme ahora
cara a cara con ella
la vieja de piel seca
y mirada impiadosa
Palabras para Carlos
II
No me lo digas sus botas
asquerosas
nunca
polvorientas
no me digas
no habrían marchado
que ha sido
al borde del camino
lo que ha sido
si una lágrima sola
porque no hay papeles si una lágrima
que cubran las calles hubiera resbalado
de vergüenza
por sus ojos
de haber visto
se habría caído el cielo
el dolor desnudo esa mañana
seco
y la noche
y la fuente sin niños no habría llegado
sin risas de niños
anticipada.
por la tarde
porque enloquecido
se puso el sol
que centelleaba
en el asfalto
entre gritos
y humo
y esos vestidos
negros de la muerte
con sus armas
de oprobio
llenando de espanto
los ojos
de los que te vieron caer
y preguntaban
a quien pasara
y quisiera contestar
lo que no sabe nadie
en un día de abril
radiante día
se partió
en dos la vida
y al dios que estaba
en el sillón del living
de los ricos
no le importó
un pito
nunca le importó
nada
porque si la tristeza
lo hubiera tocado
Palabras para Carlos
III
Si la muerte pisa
mi calle
es el aliento de la muerte
mi alameda
arrebatada
si hunde su pie enamorada
muerte
en el musgo
de tu savia
ralo
quiere quitarte
de tu barba
la vida de un zarpazo
y se come tu mirada
dejar que sin sentido
si se adelanta
ruede el mundo
el reloj
si la muerte
y da las cinco
llenara de
silencio
y no vienes
las palabras
qué haré si me dejas
vendría el desierto
en esta encrucijada
más
pronto que temprano.
no ves que si la muerte
se queda
y no pasa
vendrán
los salteadores
de caminos
a festejar sus muecas
a besar sus pezuñas
y mis lágrimas
lamerán la tierra
que te cubre
para abrirle una gruta
a la mano
que árbol
se vendrá
pronto
si la muerte te llama
y no quiero que vayas
al camino
y no me esperes
no ves que los relojes
andan juntos
marcando la eternidad
con sus tajadas
porque me tocó mucho
y a vos poco
porque el recuerdo sangra
en mi costado
y la nube que sube
de tu boca
Cristina Nieto
La chica de la valija
CRISTINA NIETO -Nació en la ciudad de La Plata, Buenos Aires, y en la década de 1980 se radicó en Neuquén. Ejerció la docencia como una práctica pedagógica que buscaba lograr mayores grados de libertad e igualdad para las personas. Filosofía, educación, feminismo y revolución son los temas que nutren su obra literaria, dada a conocer casi íntegramente de manera póstuma. Una tarde de diciembre, la poeta de palabras emancipadoras se fue. Partió quedándose, como todo lo llamado a prevalecer.
Obras publicadas
La chica de la valija, edición de autor, Neuquén/La Plata, 2015 (obra reunida, editada y publicada por Marcelo Lafón con la colaboración de Mirta Agostino). El Pelado. Microrrelato que obtuvo en 2009 el Primer Premio del Concurso de Minificción “Márgenes”, organizado por la Universidad de Salamanca en colaboración con la Fundación El libro. En 2010, el texto integró el volumen Velas al viento. Los microrrelatos de La nave de los locos, editorial Cuadernos del Vigía. España, 2010, junto a microrrelatos de Mario Benedetti, Ana María Shua, María Rosa Lojo y Fernando Arrabal, entre otros. Integró la Antología Poética Homenaje a Víctor Jara, Buenos Aires, (Editorial Tres + Uno, 2009) con un poema dedicado al artista y docente chileno. El libro Nómades de Sal, textos poéticos (Neuquén, Imprenta Malvinas Argentinas, 2008) reunió poemas suyos y de Mirta Agostino, Liliana Montes Le Fort y Verónica Cohen Williams.