Eligiendo recordar demasiado, del lado del "exceso" de la Historia.


Eligiendo recordar demasiado, siempre del lado del "exceso" de la Historia.
La memoria de los 30.000 compañeros y compañeras víctimas del terrorismo de Estado está siempre presente en las calles por las que marchamos y en las aulas en las que –como docentes- construimos a diario la lucha contra la impunidad, la búsqueda de la verdad y el ejercicio permanente de la memoria. Es parte de nuestra ética y nuestro compromiso como docentes y como militantes, todo el tiempo, todos los días, gobierne quien gobierne.

Porque hacer Memoria es intervenir críticamente en el Presente. Un Presente que es de Lucha de Rebeldía Denuncia y Protesta. Porque el Pasado sigue siendo un terreno de disputa contra los y las Negacionistas de siempre y también contra los “nuevos” disfrazados de “libertarios”. Porque es extremadamente equivoco y peligroso banalizar el Mal. Porque el Golpe del 76 (hace 47 años) marcó a sangre y fuego la historia reciente de nuestro país. Porque vemos una vez más, que el horror vuelve a sobrevolar en declaraciones, posiciones y propuestas electorales. Porque asistimos en este Presente complejo y adverso que sumerge en la pobreza a millones de ciudadanos y ciudadanas de a pie, discursos y dictámenes macroeconómicos que también sustentaron la política represiva del 76, cuando se planteaba entre otras cuestiones estructurales, el desmantelamiento del Estado y cuyo argumento central por entonces era disminuir el déficit fiscal. Se trata ni más ni menos de los imperativos y exigencias que dictan desde el FMI y organismos financieros usureros, que no conocen otra lógica que no sea la rapiña y que condenan –hoy de nuevo- a millones a la angustia de la miseria, tal como lo denunció, a costa de su propia vida, Rodolfo Walsh en plena dictadura militar.
“Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada. En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, (…) mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9%”. (Walsh: Carta abierta de un escritor a la Junta Militar 1977 ) Estos hechos denunciados por Walsh en el año 1977 un año después del Golpe , cobran hoy una actualidad extremadamente preocupante.
Existe, Hay, desde hace tiempo, diríamos que, desde hace mucho tiempo, un discurso negacionista con actores y personajes anónimos y destacados del ámbito de la política y la cultura, también desde los medios de incomunicación que agitan las banderas de la meritocracia, la salvación individual y la descalificación de los “derechos sociales” garantizados en la Constitución Nacional. Ayer nomás, la Legislatura porteña realizó un homenaje a genocidas de la última dictadura…generando repudio, movilización y rechazo de parte de un “activismo” que siempre está cuando se pone difícil la cosa. El Negacionismo “forma y genera adhesión” a través de dispositivos clásicos de los regímenes autoritarios y fascistas: la desinformación, el odio y la falacia. Ante lo cual hay que responder con datos e historia, con Memoria, Verdad y Justicia. Repetir hasta generar sordera; hubo un Genocidio que causó 30.000 Desaparecides y alrededor de 500 bebés robados y miles y miles de detenides: Pilar Calveiro en su extraordinario libro; Poder y Desaparición. Los campos de concentración en Argentina (2007) nos describe y explica la manera en que se planificó, organizó y ejecutó, por ejemplo, el dispositivo de los campos de detención y exterminio que funcionaron en todo el país, por los cuales pasaron miles y miles de personas. Insistimos, fue Genocidio y son 30.000. Y NUNCA MAS.
Parafraseando a Yosef Yerushalmi; siempre eligiendo recordar demasiado, del lado del "exceso" de la Historia. Nunca menos. No hay como perderse.

(Hugo Alvarez)

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