Segunda "Pueblada" de Cutral Co/Plaza Huincul

 


...Así estaban las cosas cuando la policía provincial intervino colaborando en la represión. El accionar de la policía –según la interpretación de algunos testigos– intentaba impedir que nuevos grupos de manifestantes arribaran a la ruta 22, así como detener a los jóvenes que habían buscado refugio en los barrios colindantes. De esta manera la represión continuó la tendencia a trascender el ámbito legalmente fijado (que estipulaba únicamente desalojar la ruta nacional Nº 22, y que fuera inicialmente violado por el avance de las tropas de gendarmería sobre la ruta provincial Nº 17), para involucrar a los barrios de ambas localidades. Con la intervención de la policía la violencia aumentó aún más. Los efectivos policiales estaban exaltadísimos y golpeaban sin miramiento a todo lo que se les pusiera por delante. Entre tanto los vecinos – muchos de los cuales permanecían despiertos y seguían las alternativas por la radio– comenzaron a salir de sus casas, en parte por verse afectados directamente por los gases que comenzaban a filtrarse en sus viviendas, en parte por solidaridad con los jóvenes fogoneros, y en parte por mera curiosidad. “Los medios –relata un testigo– empiezan a transmitir con desesperación como pegaban los milicos de la Provincia. Los milicos empiezan a pegar más que los gendarmes. Al costado de la ruta al que agarraban de los pelos te lo arrastraban y le metían palos y te lo metían en la camioneta”. Poco a poco, pues, los pobladores, que en buen número hasta ese momento no habían apoyado activamente la protesta, comenzaron a sumarse a los manifestantes, indignados por la ferocidad con que actuaban gendarmes y policías. En pocos minutos minaron las rutas de nuevas barricadas. “Cuando los gendarmes pasaban –relata un participante– nosotros les hacíamos un fogón atrás. Y cuando ya el pueblo se sumó los seguimos de atrás: ya no era un fogón, eran cien...”.

En Huincul la policía intervino con ferocidad. “Nos vinieron a sacar a los chicos de adentro de las casas, nos atropellaron y avasallaron”, relató a la prensa una joven mujer. Y la ferocidad policíaca cobraría una víctima fatal. A las 9:20, en las inmediaciones del barrio Otaño, sobre la ruta provincial 17, una bala calibre nueve milímetros disparada por un policía impactó en el cuello de una mujer, Teresa Rodríguez, quien moriría horas después. Teresa tenía 25 años de edad, era empleada doméstica y madre de tres hijos. Ya herida, fue trasladada al hospital de Cutral Có y luego derivada a Neuquén, donde fallecería.

Capítulo VIII ... Nuevamente la represión
Fragmento pag 175/177 -En Docentes y Piqueteros-
Ediciones doblezeta 2015

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