Textos-

 



Todas las mañanas del mundo

posás el costado del ojo

sobre las mismas cosas siempre nuevas.

 

Dado vuelta, el día

se erige y no es montaña,

toda el agua cruje cual si fuera

unidad que sufre y siente, el agua,

 

porque mientras da la vida sobre el verde

también ejerce el caos entre nylons y cartones.

 

Un rayo un reflejo una voz

corazón en estampida a la mañana

el sonido de la acción es un color que latiguea

fuerte y fuera.

 

 

 

Todas las mañanas del mundo se abren

para las personas que hunden cuerpos

en pozos de real locura y de sosiego,

poco y mucho, por sustento. La justicia

es una víbora que muerde

pies descalzos y ahí nomás

sucede el ruido, es decir,

la insumisa aceptación

de los destinos.

 

Todas las mañanas del mundo

un Luis y una Marcela

esperan todo en el cole que los lleva

a parar la olla cada día.

 

La sonrisa de Marcela es bellísima: ocurre

y el aire viste

perlas esperanzas.

 

Todas las mañanas del mundo

lo posible se palpa desnudo

la dimensión de cada tema

se diluye bajo el canto de los árboles

en la hirviente avenida.

 

La velocidad de los gestos

tiene la forma de una frase

de ira y musical, como tocada

por instrumentos invisibles.

 

Todas las mañanas del mundo

sale el sol, sí, pero no siempre

que anida luz

hay claridad.

Y claridad es lo que sin pensarlo buscan

Marcela y Luis por cualquier parte

y sin buscarlo aún como quien sigue

una querencia

medio castigo y algo de amor.

 

Todas las mañanas del mundo

un Luis y una Marcela

al borde del llanto

de alegría o de tristeza

acomodan huesos contra el viento.

 

El sol con su rasgar el borde

marca el fin y el principio,

la sed, un escenario

múltiple con cuerpos

aprestándose

a dejar entrar

perdón olvido memoria tiempo

todo junto y apretado entre espalda y corazón…

y ahí nomás arranca el colectivo.

 

Pero ahora, si la oscuridad avanza…

miles de colectivos ya no serán tomados

por luises y marcelas que,

aun a tiempo,

tienen sus almas en el borde

más golpeado de la vida.

 

Colectivos dije, pan, abrazos:

hoy se ha detectado

el envenenamiento

lento y paulatino

destilado por idiotas

de lesa humanidad.

 

Hoy

ya no es secreto: su encanto

es error, delito, engaño y trampa.

 

Una propuesta falsa

que rellena corazones

y aviva el odio.

 

¿Corazones, odio?

 

Ésa es la fórmula, matizada

con ínfulas de libertad

y finanzas skin care.

 

Fórmula, decía,

simple y bestial:

cualquier mentira

vendible o comprable

al amparo de vivos

seguidores del fraude

se torna creíble

 

Pero, de a poco, va surgiendo

la voz. Una corriente, un FRENTE

que se mueve Gato Negro y exige:

-¡No pises la huerta, no arruines

la siembra, no intentes romper

las piernas del pueblo

que no va a frenar!

 

La calle no frena

la calle no calla

 

¡Mentira la verdad!

 

Nuestra voz colectiva

se opone al

no

hay

más.

 

Habrá, entonces, de llegar un mañana:

se abrirá desde el canto nuevo que alumbra

a partir de la luz pura del pueblo.

 

Luz pura

luz dolorosa y pura

cayendo alto

bajo la piel

 

Vamos felices entonces a la guerra

derrotaremos la oscura velocidad

 

El mundo 

reverdecido

habrá de encarnar

en cada Luis

en cada Marcela

con un abrazo colosal, con una sonrisa infinita

 

aguante la cultura

abajo el DNU y la ley ómnibus!

Muchas gracias

 

La certeza es inminente: dios el macho ha muerto

antes de nacer porque no hay vientre para mayúsculo bolazo:

la única deidad se despereza temprano entre las hojas,

en cada silencio sin precio, en la razón

que abunda en el planeta hace milenios.

 

Y entonces Astarté, la Diosa Blanca, Reina del Cielo,

etcétera: hoy como antes

una Piba es dios. Ésa es la posta. El nuevo orden

viejo como el mundo

se erige desde ya, cálido y valiente

como un VERDE corazón;

el cambio sopla a razón de 1000 sentidos por segundo

y se activa la provocación de todo impuesto

en cada acto de amor.

 

Si es que el cuerpo se precisa para guardar tamaña llama

de justicia y acaso de temblor de rama en rama

acá vamos, a una guerra

con sentido dado por la forma del deseo,

con las armas del abrazo fraternal

todo esperanza.

 

Gozo como la lluvia al decir Voy a la guerra

complacido por caricias de placer arrebatado

y convencido:

se debe socorrer lo que más vale,

darle amparo, empollarlo con amor hasta que vuele.

 

Hay un renacer que da de lleno en el presente,

se ven tus sonidos con mayor claridad, diosa flor,

y ahora entiendo mis palabras, la primera y la más chica,

la profunda y la arrojada como piedra a la ventana policía,

todo lo hecho y por venir es mi ofrenda

inmodesta y fanática

de tus piernas, tus caderas, diosa piba, tu

felicidad.

 

Te presiento

un ruido rico puebla el aire

ya no pienso en la angustia de un sol que nace cómplice

porque hay cosas muy sabidas y nunca dichas:

cada dolor puede alcanzarse, y el cuerpo y los cuerpos, etcétera;

sin embargo,

la teoría es capricho y egoísmo del ingenuo.

 

Diosa Piba: gracias

 

Te agradezco por urdir el futuro un arma

acorde al tamaño del cuello

del monstruo a cortar.

No hay instinto paródico, la lucha es inminente,

la victoria se acerca, piba diosa, y haremos

por fin

una revolución

donde se pueda bailar.


Textos para ser leídos durante el Festi FCNP el 20/01/23[1]

Tomás Watkins



[1] La presente selección de textos forma parte de una obra que estamos armando con el Rafa Urretabizkaya, que publicaremos cuando descolguemos.


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